
La primera referencia que se tiene, al escuchar el nombre de Transilvania, es el de Drácula.
Esto es una pena, porque esa región insiste con el marketing turístico de ese supuesto (¿?) atractivo y queda relegado el hecho, que se trata de una hermosa zona en el centro de Rumania., llena de atractivos paisajes y pueblos increíbles.
Lo que me había intrigado, eran las imágenes de recintos amurallados, conteniendo iglesias en su centro. O sea, no son propiamente castillos, ni pueblos rodeados de murallas. Solo la iglesia está rodeada de un muro con torres defensivas. En un área relativamente chica, hay decenas de pueblos con estas iglesias.
Salimos desde Sibiú y haciendo un arco en dirección al Este, pasamos por Sigsagohara (¡La ciudad de Drácula!) y terminamos nuestro recorrido de Transilvania, en Brasov.